lunes, 18 de mayo de 2009

Una Anécdota


Hace mucho tiempo atrás cuando niña, era extremadamente pobre pero muy feliz. Viví en un patio, en una casita de madera, con mi abuela y muchos vecinos a mí alrededor en la República Dominicana. Siendo muy traviesa desde pequeña, siempre bailando, buscaba la forma de escapar. En una de esas escapadas ocurrió lo inesperado, un recuerdo que jamás y nunca olvidaré. La música sonaba aquel día en la casa de un vecino cuando intente escapar. Empecé a bailar merengue pegadita a la pared moviendo la colita a la vez que me iba alegando de la casa. Bailando ese merengue ripiao me acercaba a la pared de baño donde todos los vecinos se bañaban, y para sorpresa esa pared estaba infectada de una gran multitud de cucarachas las cuales se me pegaron y caminaron por toda mi espalda. Comencé a gritar como una loca y mi abuela y todo los vecinos corrieron donde mí preocupados, pues pensaban que me habían matado. Me gritaban, “Que te pasa, que te pasa, que vaina eh” y yo respondía gritando y llorando, “las cucaracha, las cucarachas, quítamelas de encima.” “Huye, corre, busque le alcohol, sácale esa vaina de encima.” Decían los vecinos. Mientras me bañaban de alcohol lo único que hacia era llorar y jamás se me ha ocurrido tratar de escaparme de casa de mi abuela, pegada de una pared ya que luego de esa experiencia aprendí a no escaparme bailando sino corriendo.

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